Hablar de AMOR en el mundo corporativo es como tabú…
Hacer publicaciones que hablen del AMOR a veces son las menos compartidas, las menos comentadas, las menos “likeadas”…
Nos han enseñado que el AMOR o es romántico o es del lado RELIGION.
El lado espiritual del AMOR como que rechazamos expresarlo en público: nos aterra abrirle la puerta a ese gran poder que en efecto, todos poseemos.
No nos hablan que el AMOR es el poder creador mayor del universo.
No nos hablan de amor como poder. Nos hablan de amor como sentimiento.
Hablar de AMOR es como para gente cursi, es como para los templos o iglesias, o para románticos, pero no para el mundo corporativo: es un tema tan “etéreo”, tan más allá que lo descartamos del plano corporativo porque no da TIPS o METODOLOGIAS o PASO A PASO de cómo amar o ser amor.
Hablar de AMOR es un tema complejo en el mundo corporativo pues no es la LOGICA lo que se pone de manifiesto y es lo que nos han enseñado que es lo más importante para tener EXITO, para ser alguien en la vida.
No se habla mucho de SENTIR en el mundo corporativo.
Se habla más de HACER.
Se habla más de TENER.
Pero en el mundo corporativo no se habla mucho sobre SER Y SENTIR.
El mundo corporativo quiere hacer y tener: hacer para tener, hacer para lograr, hacer para ser “alguien en la vida”
Pero el mundo corporativo ignora el poder del ser y del sentir, aunque el mundo corporativo contrata sicólogos y coaches como yo para introducir el mundo espiritual y personal del sentimiento y las emociones para MOTIVAR EL SER de sus miembros.
El AMOR poco a poco va resurgiendo.
Incorporar al AMOR en nuestra vida cotidiana, profesional etc. es lo que más nos va a ayudar en la vida.
Es tiempo de reconocer que el AMOR nos puede cambiar la vida
Es tiempo de hablar del AMOR como parte del discurso para mejorar el servicio al cliente, la atención del cliente, el trabajo en equipo, la productividad, la rentabilidad, etc.
Conseguir los resultados del mes en vez que desde la lucha, la manipulación, el poder, puede hacerse también desde el poder del AMOR, la colaboración, la compasión, la empatía y sus beneficios son altamente duraderos, positivos y contagiosos.
Pretendo aportar una perspectiva nueva al mundo corporativo: una donde la energía con la que provocamos y manifestamos los resultados que queremos también considere la parte del ser humano que somos todos.
Los conflictos, los problemas, los miedos, los temores, la incertidumbre son efectos de un ser humano desconectado de su humanidad y de su propio amor
Si te amas, te valoras. Si te valoras, te valoran. Si te valoras y te valoran, generas confianza. Si generas confianza, te compran, te recomiendan, te eligen. Participas. Si participas, te sientes reconocido. Te reconocen…. y todo comenzó por el AMOR.
Hablar de marca personal como proceso o vía hacia la conexión de nuestra humanidad es algo nuevo: solo la usamos para destacar o sobresalir, pero nuestra marca personal es más que eso: es una conexión directa con nuestra esencia: una identidad que va más allá de nuestros puestos de trabajo, títulos o maestrías, logros, etc. Conectados desde nuestra esencia comprendemos que no hay que separarnos, ni pelear, ni manipularnos para sobresalir; ni siquiera competir… en cambio veremos la parte humana y nos ayudemos más, colaboremos más, nos apoyemos más entre nosotros, en vez de ponernos trabas, manipularnos y criticarnos todo el tiempo.
AQUI SE PONE DEEP LA COSA.
Podemos vivir nuestro rol inmersos en una guerra entre el bien y el mal o podemos enfocar nuestra atención en la única batalla que nos llevará a elevar nuestra consciencia como los es: nuestra propia batalla interna entre nuestras sombras que no queremos ver por miedo dolor culpa o vergüenza, y buscar una salida corrigiendo en amor, todos nuestros errores, pasados y presentes.
Hacernos cargo de nosotros mismos con la mirada del amor propio. Una mirada honesta, sin juicio.
Nosotros, como seres Crísticos (crístico = que vibra y brilla en la frecuencia del cristal 💎) no deja de emanar su luz aún rodeado de almas/personas en penumbras porque realmente no existe separación ya que todos venimos del mismo creador.
Debemos tener la voluntad de colocarnos por encima del juego ilusorio de la Matrix de Control pero no como el personaje que nos ideamos para protegernos, o para encajar, sino como observadores de nosotros mismos, siendo coherentes entre lo que decimos y hacemos, porque así lograremos la expansión de nuestra consciencia. Así logramos unirnos como humanidad. Así logramos que las peleas, cesen, así logramos que los conflictos sean cada vez menos. Así logramos alejarnos de ese sentimiento de competir entre nosotros por quién es mejor o el primero o el mayor de tal o cual. Una carrera sin fin que solo trae cansancio, desgaste y separación.
No podemos hablar de amor cuando juzgamos o etiquetamos a los demás cómo separados de nosotros.
Solo desde el amor podremos ver a todos por igual porque el amor te creo a ti, a mí y a los demás.
Sólo desde el AMOR podemos vernos como somos, respetarnos, tener empatía, tener compasión, salir de los juicios, salir de los miedos, y sobre todo, ayudarnos. Ayudarnos entre nosotros a brillar.
A veces cuando hago conferencias y hablo sobre BRILLAR, muchos se duelen porque saben que no pueden brillar. Porque no los dejan brillar. Porque no pueden brillar todo su potencial porque los quieren apagar. Esto no es AMOR. Esto es ego, miedo y escasez.
Hablar de AMOR se volverá una tendencia tarde o temprano.
Hablar de los efectos del AMOR será tópico obligado en las empresas y organizaciones que quieren aportar al bien mayor de la sociedad.
Hablar de AMOR será un indicador en el ROI de los equipos.
Hablar y hacer AMOR será una característica de las marcas y marcas personales de la nueva humanidad.
Debemos tener la voluntad de colocarnos por encima del juego del personaje, y accesar más nuestra parte humana porque así lograremos la expansión de nuestra consciencia, porque no podemos hablar de amor cuando juzgamos o etiquetamos a los demás cómo separados de nosotros. Solo desde el amor podremos ver a todos por igual porque el amor te creo a ti, a mí y a los demás.
Que cada quien viva lo que tiene que vivir. Que cada alma experimente lo que vino a experimentar desde donde acordó experimentarlo y que cada uno sea lo que deba ser, lo que pueda ser o lo que tenga que ser sin emitir juicios, porque nosotros mismos no somos hoy lo que fuimos en el pasado ni lo que seremos el día de mañana, pero tenemos que ir recordando que somos seres humanos, una misma raza, un mismo lugar de procedencia: es momento de traer al juego de la vida al ser humano que somos, no al personaje inventado que creamos: porque tarde o temprano, lo sepas o no, lo creas o no, todos vamos de regreso a casa como uno, todos vamos de regreso en el amor.
con amor ♡
YAEL