Me encanta leer. Tengo cualquier cantidad de libros pendientes de lectura el problema es que no tengo suficiente tiempo para leer.
Hace unos meses compré uno por Kindle llamado BIG MAGIC de Elizabeth Guilbert @GilbertLiz, la misma autora de Eat, Pray, Love. Libro famoso que luego se hizo película y que impactó a millones.
El libro – BIG MAGIC – trata de cómo debemos abrazar nuestra creatividad e inspiración a pesar de nuestros miedos. En uno de sus capítulos Gilbert cuenta que tuvo una idea, una inspiración de un libro y que por alguna razón se demoró “dándole vida” y que meses después conoció a otra autora que escribió lo mismo, exáctamente la misma historia que ella había pensado.
Según Gilbert, las ideas están y escogen con quien concebirse y si no las ejecutas, o si no le das forma o no las haces nacer, se van de ti hacia otra persona que si las puedan dar a luz.
Algo así como que si la idea llegó a ti pero tu no le hiciste caso, ella (la idea) se va a otro que sí le haga caso, porque la idea tiene que ser concebida. Bien deep. Bien Profundo.
¿A dónde quiero llegar con todo esto?
En noviembre del año pasado, viajé con mi familia política a Nueva York para celebrar el día de Acción de Gracias – mi esposo es gringo y su familia siempre ha celebrado la tradición de ThanksGiving. Yo panameñita vida mía ahora me sumo a la tradición familiar. Yo feliz 🙂
Para echarles el cuento corto, en el aeropuerto de regreso me percato de una sección exclusiva para los limpia zapatos o limpia botas.
En ese momento me llegó una idea, una inspiración, un momento de esos “eureka”, una visión clara de lo que estoy haciendo en este mundo y dije, wao! yo soy un limpia botas! yo me dedico a sacarle brillo a las personas para que puedan brillar lo más fuerte que ellas quieran y puedan.
Le tomé muchas fotos pensando que sería mi post revelación – es más quería escribir un libro de lo inspirada que estaba. Esa escena había sido la forma perfecta y más sencilla de describir y explicar a qué me dedico con esto de #MarcaPesronal. En fin. han pasado casi 3 meses y no escribí nada. “shame on me”.
Hace dos días me llegó un artículo escrito por uno de los personal branders más reconocidos en España, Guillem Recolons y al cual sigo en su blog y ¿adivinen qué? Escribió exactamente lo que yo “hubiera” querido escribir”.
La idea en noviembre llegó a mi, yo no le hice caso y se fue a España donde el señor Recolons, quien 3 meses más tarde le dio vida, la hizo nacer. Y Amén por eso!
Yo hoy lo comparto en mi blog para ustedes y agrego finalmente la foto que tomé en NY, porque la forma que podemos brillar es haciendo que los demás brillen, tal como lo hacen los limpia botas.
xoxo, Yael
Que disfruten el mensaje!
¿Quieres Brillar? Empieza dando brillo, por @guillemrecolons
Últimamente he oído muchas veces esta pregunta ¿cómo puede brillar un profesional? De acuerdo, ¿quieres brillar? Deja que plantee un símil para responder a eso de una manera gráfica:
Somos los limpiabotas del S. XXI
En efecto, esa figura ya casi olvidada del limpiabotas explica a la perfección la forma en que podemos brillar: haciendo que brillen los demás.
No hay que avergonzarse por adoptar ese rol, de hecho, si la Wikipedia no nos engaña, insignes personajes empezaron su andadura como limpiabotas, como James Brown, Lula da Silva o el mismo Malcom X.
Lo cierto es que la expresión éxito profesional ha perdido su valor, igual que la palabra calidad, se han desgastado y ahora encuentro más acertada la expresión “como puedo brillar”, es más original y evita eufemismos.
Hace unos días Alicia Pomares publicó un excelente artículo en el blog Con tu negocio en que hablaba de la marca personal y el síndrome de Solomon, ese que impide que las personas puedan brillar para no molestar a los demás, para no saltarse lo establecido como normal. En el artículo Alicia incluye tres vídeos de colaboraciones que nos pidió a Cèlia Hil, a Jordi Collell y a mí. En mi caso, preparé un vídeo breve (menos de un minuto) en que explico exactamente esto, que para brillar hay que conseguir primero que los demás brillen.
Aquí tenemos el vídeo:
También hace pocos días Tino Fernández, director de Expansión & Empleo me pidió opinión para un nuevo artículo con un trasfondo parecido, bajo el título “Para qué sirve ser ‘influencer’ dentro de tu propia compañía”, un texto que comparto con dos buenos amigos y colegas de profesión, Eva Collado y Andrés Pérez Ortega.
Ahí explico que hacer que los demás brillen no suele implicar beneficios tangibles inmediatos, de modo que esta estrategia no es apta para cortoplacistas, pero que a la larga el que hace brillar acaba brillando con luz propia y consiguiendo sus aspiraciones.
Proveedores de valor
Todo eso me lleva a pensar que para brillar no es suficiente con mostrar tu valía, sino que debes convertirte en un proveedor de valor.
Si lo miras bien, la esencia del famoso elevator pitch es esa, soltar a lo bestia y en seco cómo puedes hacer brillar a tu cliente. Me estoy preparando el mío siguiendo las instrucciones fantásticas de Fabián González y su Perfect Pitch.
A ver qué te parece esta entrada a modo de “wow”: “Hola, soy limpiabotas de organizaciones, me dedico a sacarles el brillo que merecen”.
¿Quieres brillar? ¿Estás listo para ser limpiabotas?
…
¿Listos Para Brillar?
xoxo
Yael
Las coincidencias existen, Yael, sobre todo cuando tras ellas hay un pensamiento disruptivo que nos lleva a pensar en un rol casi olvidado, como el de limpiabotas. Gracias por compartir el post! Un abrazo,
Guillem